Mañana que empezamos a notar la llegada del invierno. La temperatura no
era extrema, pero se empezaron a ver los primeros guantes, jerseys y camisetas
de interior. El rival nos pesaba... habíamos perdido últimamente demasiadas
veces. Así que nos conjuramos (Pedro León y Ramón fueron los organizadores) y
buscamos el mejor equipo posible... por posiciones? No, por afinidad a Pedro y a
Ramón. Lo cual resultó una buena opción. Salimos al campo equilibrados,
posicionados, tocando el balón, defendiendo y contraatacando.
Pronto tuvimos las primeras oportunidades, que desperdiciamos (hasta aquí
nada nuevo) y ellos fallaron alguna de las suyas (esto sí que es nuevo).
Santi de portero, muy bien. La defensa de 4, perfecta Pedro Jockers y Puyi
“manasul”(cualquier día parecera la vela de un barco) muy firmes y ayudándose
mucho, sacando el balón con criterio y apoyandose en las bandas, (Juanjo y Pedro
León) que estuvieron, simplemente, perfectas (je, je). La media anuló su centro
del campo, con Gordillo generador de oportunidades, Toni Torres, luchando sin
parar; Javier I de Boltaña “el Grande” creando juego (que fácil es parecer bueno
a su lado). Chus y Oli (nunca lo he visto bajar tanto, ni cubrir tanto la salida
(me ahorro el chiste) del balón. Con esto nos pusimos 2-0.
Se produjeron los primeros cambios, y en ese desconcierto, se pusieron 2-1.
Momento en que decidimos sacar a nuestra ya legendaria mascota, “La Pájara” que
mientras hacía sus necesidades, aprovechó el Castell para empatar a 2
goles.
En la segunda mitad, nos costó volver a encerrarla, pero lo conseguimos.
Volvimos a los planteamientos iniciales y conseguimos un labradísmo tercer gol
que nos dio la victoria.
Ya en el vestuario, a alguien se le ocurrió que hiciera la crónica este
humilde futgolito. Así que por falta de previsión (pues desconocía que tendría
tan insigne labor) ni sé quién metió los goles, ni las alineaciones, ni los
cambios, ni cómo se llama el árbitro (dialogador), ni hay 1 x 1, ni ná...
Eso sí, también se vio el arcoiris.